Thomas E. Patterson

Mis memorias aún no escritas se llamarán Confesiones de un Abogado Litigante. No sé si serán más interesantes que los de San Agustín, pero serán menos misteriosos que los de San Patricio. Hasta entonces, señalo brevemente algunos hechos relevantes.

Liderazgo inicial:
fue elegido dos veces como presidente del Senado Estudiantil en la universidad donde aprendí a debatir a adversarios, elegir cuestiones políticas ganadoras y administrar de manera eficiente una organización de representantes de mentalidad independiente. Hoy yo peleo contra adversarios en la corte, selecciono temas para apelar a los jurados y desprecio las reuniones que se prolongan y no logran nada.

Vendedor de comisiones directas:
después de graduarme de la universidad, me fui en un vendedor de comisiones directas para ganar el dinero para la escuela de leyes. Yo fui entrenado en los principios de ventas de Xerox Corporation: cómo acentuar los beneficios, usar preguntas directas e indirectas, y refutar objeciones fáciles y difíciles. Hoy yo utilizo las mismas técnicas de cuestionamiento durante deposiciones y la misma estructura para responder a las objeciones durante los argumentos legales. Mi pasión por cerrar ventas ha sido reemplazada por mi deseo de ganar juicios comerciales.

Law Review:
Yo fui elegido como Editor de la Law Review en la Facultad de Derecho, donde publiqué esta Nota, Contactos Ex Parte en Procedimientos de Reglamentación Informal: Home Box Office v. FCC, 27 DePaul Law Review 489 (1978). El comité administrativo del Colegio de Abogados de Derecho dijo que la Nota era “inusualmente perceptiva.” La palabra escrita es la acción del abogado en el comercio: los documentos judiciales deben ser bien investigados, concisos y lúcidos para persuadir.

Una vista desde adentro:
después de la graduación, el Juez William G. Clark de la Corte Suprema de Illinois me designó como uno de sus dos asistentes legales. Mientras investigaba y escribía memorandos para la Corte Suprema de Illinois, yo recibí una educación privilegiada de valor incalculable en el funcionamiento de nuestro sistema de justicia de un hombre que estaba singularmente calificado para enseñarlo. Tal fue su influencia que 37 años después todavía recuerdo muchas de sus historias y observaciones.

Experiecia en una firma de abogados grande:
Yo puse esta educación en práctica en un gran bufete de abogados de Chicago, donde yo preparé y probé juicios y apelaciones, ganando varios que se hicieron famosos. Después de realizar un estimado de 100 juicios, audiencias probatorias y arbitrajes, y representando a clientes variados, desde Boy Scouts hasta asesinos, tengo opiniones sólidas sobre cómo ganar juicios comerciales. Compartí algunas de mis opiniones en un libro: Cómo manejar la emergencia comercial: Órdenes de restricción temporales e interdictos preliminares, publicado por la American Bar Association en 2009, y en otros en discursos y artículos (enumerados a continuación). Mis socios me prohíben revelar todos nuestros secretos, pero me complacería poner a trabajar nuestros principios para usted en cualquier tarea dentro de nuestra competencia.

Un nuevo enfoque:
cuando empecé mi propia firma y contraté a otros abogados para que me ayudaran, quería que mi firma fuera más que una colección de personas. Nosotros tenemos diferentes personalidades y antecedentes, pero un punto de vista unificado, altos estándares y un enfoque agresivo y creativo para resolver los problemas de los clientes.